www.lasemana.eu :: La Semana de Dos Hermanas (Sevilla-España). - lunes, 24 de marzo de 2008
Escrito por Manuel Luis Pérez
domingo, 23 de marzo de 2008
Después de cuatro Viernes Santos de lluvia, el sol salió para que Amargura brillara
En la plaza Virgen de la Amargura no cabía el vienrnes ni un alfiler. Los vecinos del barrio y gente llegada de todos los rincones de Dos Hermanas se concentraron en la plaza y los alrededores de la capilla para ver salir, por fin este año sí, a la Virgen de la Amargura y Nuestro Padre Jesús Descendido de la Cruz.
Los comentarios en la calle pasaban de lo jocoso a lo devoto: “Parece que sólo sale en los años bisiestos”, o “mira, mira, ¿la ves?, qué bonita es la Virgen”, decía una madre mientras santiguaba a sus tres hijos. Lo cierto es que el silencio se apoderó de la plaza a medida que el paso de la Amargura iba haciendo su salida, sólo roto con una fuerte ovación llena de júbilo por ver por fin después de cuatro años a los titulares en la calle. Desde el lateral de la capilla, una reja verde dejaba entrever primero unos faroles dorados, después la llama encendida en las velas y poco a poco la imagen de la Virgen de la Amargura sosteniendo en sus brazos a su hijo descendido de la Cruz.
La salida de la capilla, difícil por la altura de la cruz y por el mismo motivo, bonita, contuvo en silencio a los asistentes hasta que con fuerza el paso estuvo presidiendo la plaza ante la mirada atónita de los allí concentrados. Los aplausos no se hicieron esperar, una tónica común a lo largo de todo el recorrido.
“Tienen la fuerza de cuatro años acumulada”, comentaban entre los asistentes. “La fuerza y las ganas”, recalcaban. Desde los balcones y terrazas de las casas de los alrededores las cabezas curiosas de cientos de personas se asomaban ansiosas por ver pasar a la Virgen. Al tomar la esquina de la calle Fuengirola con la calle Mijas, una niña, que apenas si habría cumplido los cuatro años de edad, exclamaba asustada ante las risas de sus padres: “¡Cristo, Cristo, que te chocas!”. AusenciasA la salida de la capilla, el paso que portaba luto, estuvo detenido unos minutos en silencio, en memoria de los hermanos fallecidos este año. La primera levantá estuvo dedicada a ellos, especialmente a quien había sido diputado durante años. El aplauso más grande se oyó en esa levantá, pero no sería el único a lo largo de todo un recorrido en que Amargura estuvo acompañada por el fervor de los nazarenos.
El hermano mayor, Antonio Díaz Moreno ha querido agradecer a todo el pueblo de Dos Hermanas su comportamiento durante la estación de penitencia, que ha aclamado en cada esquina en cada chicotá a la cofradía. Había muchas ganas de ver a Amargura en la calle después de cuatro años que han servido “para madurar”, según comenta Díaz, y se ha notado.Oración en el huertoTambién ha habido un recuerdo especial para Oración en el Huerto, hermandad madrina y que este año no ha podido salir en procesión por la lluvia. Después de la presentación en Santa María Magdalena, la levantá de Amargura estuvo dedicada a Oración. RecogidaLa estación de penitencia de Amargura de 2008 se recordará como una de las más esperadas y lucidas. Durante todo el recorrido no faltaron los sones de la Agrupación musical Nuesra Señora de la Estrella que acompañaban al paso en una salida animada y aplaudida por los fieles. La entrada se realizó dentro del horario previsto, cobijada por el fervor de toda la ciudad.
Además de agradecer el papel de todos los hermanos, costaleros y el pueblo en general, Díaz ha querido destacar el comportamiento de Dos Hermanas, volcada con Amargura desde que empezó hasta que terminó la estación de penitencia. La espera ha merecido la pena.
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